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Después de la tempestad, llega la calma. Afortunadamente este dicho se ha cumplido y el segundo día de varada del K-Wave amaneció tranquilo.
El mar estaba como una balsa de aceite y los equipos encargados de reflotar el buque comenzaron a trabajar desde el clareo del día.
Hasta el lugar se había desplazado el remolcador de grandes dimensiones Ursus, que había llegado procedente de Algeciras la tarde anterior. Asimismo, también había llegado procedente de Cartagena el buque remolcador de Salvamento Marítimo Clara Campoamor, para ayudar en las labores de rescate y sustituir al buque SAR Mastelero que regresó al puerto de Motril.
A las 9:30 horas de la mañana la actividad era ya notable, tanto fuera como dentro del agua. Mientras técnicos subían a bordo del K-Wave, un par de buzos revisaban la popa del barco en busca de posibles desperfectos en la hélice y pala del timón.
Mientras todo esto ocurría en el agua, por carretera llegaba un camión con remolque cargado de material para emplearlo en las labores de rescate si fuera necesario.
Después de estar toda la mañana trabajando, por fin a las 14:30, el portacontenedores K-Wave es sacado de la arena por el remolcador Ursus, que remolcándolo escoltado por el Clara Campoamor lleva al buque accidentado hasta el puerto de Málaga. El remolque se realiza sin novedad alguna y a una velocidad de 4,5 nudos, llegando al puerto malagueño a las 21:00 horas. Salen a recibir al K-Wave los remolcadores del puerto, Vehinte y Vehinticuatro, que se hacen cargo del portacontenedores y lo atracan en el muelle adosado al dique de levante, donde permanecerá para su reparación. Adjunto algunas imágenes desde distintos ángulos del K-Wave varado.