Hace muy pocos días atracó en el muelle número dos del puerto de Málaga el patrullero de altura italiano Monte Cimone P-02, de la Guardia di Finanza. Llamaba la atención por su diseño, parecido más al de un yate, y por que no es frecuente ver una embarcación de ese cuerpo de seguridad italiano en un puerto malagueño. Fue construido en el astillero Cantiere Navale Vittoria (Adria, Italia) y es fruto de la colaboración entre el astillero italiano Vittoria y el holandés Damen. La ceremonia de bautizo y posterior botadura se realizó el 05 de Noviembre de 2013.
El casco está fabricado en acero de alta resistencia, lo que unido a su diseño hace que pueda operar en condiciones extremas de navegación y mantener una elevada velocidad. La superestructura es de aleación ligera. Está equipado con dos motores diésel M.T.U 20V4000 M93L que le confiere una autonomía de 200 millas a 18 nudos y con los que puede alcanzar una velocidad máxima de 28 nudos. Tiene una eslora de 58 metros, acomodación para 30 miembros de la tripulación y desplaza 460 toneladas. Sus cometidos fundamentales son: vigilancia de las aguas territoriales italianas, lucha contra los tráficos ilegales (armas, drogas, etc…) y el contrabando y actualmente opera activamente en la crisis de los refugiados que llegan desde el norte de África. Es gemelo del Monte Sperone P-01 primer patrullero que entró en servicio y que ha dado nombre a la clase.
El 17 de Julio de 2011 atracó otro patrullero italiano de la Guardia di Finanza en un puerto malagueño. Fue el Finanziere Cinus G9 y lo hizo en el de Benalmádena. En esa ocasión se produjo tras haber participado en un operativo conjunto con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil en el Mar de Alborán contra el tráfico de estupefacientes. El Finanziere Cinus G9, todavía en servicio, es un patrullero rápido Bigliani serie VII de la clase «Di Bartolo».