La compañía estadounidense de cruceros Princess Cruises Line Ltd., filial del grupo Carnival Corporation & Plc., ha sido condenada a pagar 40 millones de dólares, por un delito continuado de contaminación marina. La compañía se ha declarado culpable ante el tribunal de los Estados Unidos que juzgaba el caso. Al parecer, se vertieron desechos contaminados con petroleo desde el buque Caribbean Princess cuando hizo escala en algunos puertos de la costa este de los Estados Unidos y del Caribe. Además, ocho compañías del grupo Carnival, entre ellas Carnival Cruise Line, Holland America Line, Seabourn Cruise Line y AIDA Cruises, estarán sometidas a un estricto control medioambiental durante los próximos cinco años.
Todo salió a la luz gracias a la denuncia que presentó un ingeniero que acababa de ser contratado a bordo del buque Caribbean Princess. Esta persona descubrió la existencia de un tubo que desalojaba los desechos directamente al mar sin pasar por ningún tipo de filtro en el momento que estaba siendo utilizado frente a las costas de Inglaterra. Varios tripulantes, presionados por su superiores, mintieron de forma continuada al negar la existencia de dicho sistema de evacuación, incluso cuando las autoridades ya lo sabían. El grupo Carnival Corporation & Plc., acorralado por los investigadores, tuvo que reconocer que los vertidos comenzaron un año después de que el buque entrase en servicio, que era consciente de los delitos que estaba cometiendo y que había utilizado otros sistemas para evacuar desechos contaminantes al mar.
Foto: El buque Caribbean Princess atracado en el puerto de Civitavecchia (21-Agosto-2015)